Agreste, natural y encantadora, la
Patagonia de Alto Valle permite darle un respiro a la aridez que se empeña en tapizar esta región sur de Argentina. Empapada por caudalosos ríos como el Limay, Neuquén, Negro y Colorado, y gracias al ingenio humano, sus tierras se pueden ver coloridas por el cultivo de manzanas, peras, frutas finas y hortalizas.
Abarcando parte de la provincia de La Pampa, el centro de Neuquén y el norte de Río Negro, el visitante que llegue a estas tierras podrá respirar los aromas exquisitos de las
plantaciones frutales; recorrerlas y observar las actividades correspondientes a la época del año.
Pero esto no es todo: destacada también por atesorar una gran cantidad de
restos fósiles, invita a conocer la vida de los gigantes dinosaurios en yacimientos a cielo abierto, parques temáticos, museos y excursiones. Imperdible para los amantes de la paleontología, y para quienes se sientan atraídos por el pasado milenario.
Lo más destacado de la Patagonia de Alto Valle