Brotada bruscamente en el dominio de un amplio valle cordillerano, al que los colonos galeses denominaron en su lengua “valle hermoso”, la localidad de Trevelin se extiende a lo largo y lo ancho de 123 mil hectáreas, plenas de atractivos turísticos irrechazables. Circuitos paisajísticos, cultura mapuche y galesa, turismo activo, y mucho más, esta ciudad situada al oeste de la provincia de Chubut lo invita a experimentar la inexplicable sensación de grandeza en el marco de una pequeña zona agrícola- ganadera.
Rodeada por imponentes montañas de nieves eternas, y cruzada por numerosos lagos de aguas cristalinas, Trevelin aparece en plena Patagonia como una zona ideal para excursiones naturales y safaris fotográficos. Deportes náuticos en el Río Grande; paseos que cautivan las miradas como el del Lago Baguillt y el de las Cascadas Nant y Fall; contemplación de creaciones humanas en coexistencia con el medio ambiente; Trevelin es un espacio único desde el cual los caminos se disparan hacia multitud de puntos donde el disfrute y la diversión son indescriptibles.
Museos, sitios históricos, eventos, todo refleja en Trevelin la extraña combinación de cultura celta, mapuche y galesa, cuyo atractivo resultará fascinante para todo aquel que decida inmiscuirse en esta mezcla de creencias y tradiciones engendrada en la ciudad desde que ésta era tan sólo un proyecto. Entre los parajes más destacados de este circuito cultural puede nombrarse el Molino Museo Nant Fach, el Museo Histórico Regional, la comunidad mapuche del Lago Rosario.
Turismo activo y de aventura en los diversos y diferentes paisajes que constituyen Trevelin; pesca deportiva en sus múltiples espejos de agua colmados de codiciados salmónidos; los mejores servicios y las más placenteras comodidades, todo cooperará para hacer de su estadía en esta ciudad de la provincia de Chubut una vivencia tan apacible como satisfactoria y entretenida.
Conservando su pasado cultural y protegiendo sus bellezas naturales, la ciudad de Trevelin aparece como un destino turístico inigualable, capaz de convertir sus vacaciones en un torbellino de sensaciones agradables.