Localidad balnearia donde el entorno natural ofrece un espectáculo admirable a la vista,
Villa El Cóndor es un destino imperdible
a sólo 32 kilómetros de la ciudad de Viedma. Allí, el ambiente playero más encantador de Río Negro muestra cómo la meseta culmina en el mar dando nacimiento a los primeros acantilados del litoral patagónico.
El
Mirador de Ceferino y el
Primer Faro de la Patagonia Argentina se sitúan justamente en este punto, brindando al visitante una magnífica perspectiva de la pintoresca villa y del espectáculo que el río protagoniza al desembocar en el mar.
La agradable temperatura y la tranquilidad de la región hacen de las extensas
playas de El Cóndor espacios completamente disfrutables. Arenas finas, suave pendiente y un sol que abraza a partir de noviembre, son sus principales atributos; se suman altos acantilados, médanos y formaciones rocosas que completan el resto del paisaje costero. Y con este escenario maravilloso, la invitación a deleitarse con
deportes náuticas,
pesca deportiva, y disciplinas como el
carrovelismo, el kitebuggy y el windskate, será irresistibles.
La increíble naturaleza que invade la región es una excusa perfecta para emprender
recorridos paisajísticos;
safaris fotográficos; y emocionantes
avistajes de aves marina o
continentales.
Todas estas opciones se combinan con todos los servicios necesarios para que el visitante sólo deba preocuparse por descansar y disfrutar:
alternativas en alojamientos, gastronomía y entretenimiento suman excusas para decidirse por Villa El Cóndor.
Desde este rinconcito encantador se pueden visitar otros
balnearios cercanos como
La Lobería; Playa Bonita; Bahía Rosa; la
Reserva Provincial Punta Bermejo y la reluciente ciudad de
Viedma.