Pesca en Tierra del Fuego
Pesca Deportiva en Tierra del Fuego, Patagonia, Argentina
Tierra del Fuego está considerada a nivel internacional como uno "si no el mejor" de los grandes destinos para la captura de truchas. A sus aguas dulces, sobre todo a sus ríos, vienen desde muy lejos pescadores de todo el mundo, dispuestos a pagar fortunas para pasar algunos días de excitante pesca en medio de la nada.
Todos ellos buscan, en especial, enganchar en medio de nuestros serpenteantes ríos a las legendarias "truchas de mar", de carne rosada y gran porte. Estos raros salmónidos silvestres, nacidos tierra adentro, son aquéllos que han accedido al agua salada, y a su apetitosa variedad de alimentos, en las anchas desembocaduras, donde los cursos fluviales entran en el Atlántico y viceversa (según se dice, hay sectores donde las mareas "se meten" hasta 35 kilómetros por el cauce del río). Y así, tras alimentarse en la abundancia del mar, regresan o permanecen en su ambiente natural, pero transformadas en monstruos apetecibles por los pescadores.
Estas codiciadas "sea trouts" llegan a alcanzar fácilmente una docena de kilos y aun mucho más, en ciertos casos hasta 18 kg, pesos sólo reservados para salmones. El caroteno que toman de los recursos alimenticios marinos le da a su carne el característico color rosado o rojo intenso, para mayor excitación de sus captores.
Unas pocas grandes... o muchas medianas.
Así como en los ríos del norte fueguino pueden sacarse grandes piezas, en los lagos y ríos centrales es posible capturar muchas, pero muchas, truchas en una misma jornada.
Clavar, digamos... veinte o treinta truchas de entre dos y cuatro kilos en un único día es una alternativa acaso más atractiva para muchos pescadores que sacar un pez solo, por más enorme que ése pueda ser. Tierra del Fuego, gracias a que ofrece ambas posibilidades, está en inmejorables condiciones para recibir a los visitantes más ambiciosos, y poder satisfacerlos.
Más de diez ríos, cuatro lagos y tres lagunas forman el escenario de la pesca deportiva en Tierra del Fuego, pero el alto número de kilómetros de costas aptas para pescar da una idea mejor de las chances que se presentan en la región.
Por supuesto, existen sectores de los principales ríos (una parte del río Menéndez y casi todo el río Grande, lo que equivale a unos 100 km en total) que se encuentran acotados, es decir, con su acceso restringido, por tratarse de cotos privados.
En ese sentido, la información para poder pescar en tales rincones resulta de difícil obtención a nivel local. Se trata de sitios exclusivos, donde se ofrece un servicio completo y carísimo, dirigido a mercados muy definidos de pescadores que, por lo general, residen en el exterior.
No es intención de los responsables de los cotos publicitar su producto a nivel nacional y, mucho menos, entre el público regional. Incluso los guías que allí trabajan provienen de otras partes del mundo; la difusión de lo que se ofrece en esos reductos suele hacerse a través de organizaciones comerciales internacionales, cuyos clientes están bien identificados y no necesitan ser captados a través de los medios masivos.
Sin embargo, existen en Tierra del Fuego muchos otros buenos "pesqueros", como se les llama a los sitios preferidos por los pescadores deportivos para capturar peces. Vale, entonces, aclarar que aquéllos que vengan a sacar truchas de un promedio de 2,5 a 4 kilos y no pretendan, salvo que tengan mucha suerte, obtener una pieza de más de 5 kg, deberán dirigirse a la zona de los lagos y de los ríos que desembocan en los lagos.
Allí pueden elegir entre el gran lago Fagnano (espejo de agua que es considerado por su tamaño el segundo lago en Argentina y el quinto en Sudamérica), con sus afluentes, el río Claro, Milna, Tuerto, Valdéz, además del lago Escondido y otras lagunas, donde El lago Fagnano, una de las zonas mas visitadas por los pescadores.
Es posible sacar con facilidad varias truchas diarias de 3 ó 4 kilos.
Los que, en cambio, busquen atrapar piezas mayores deberán apuntar a los ríos del norte de la isla, de la zona del departamento Río Grande, entre ellos el río Menéndez, Grande, Ewan, Chico, Fuego, Irigoyen, Bueno, sólo por citar a los principales.
Las dos opciones se presentan con claridad, aunque existen factores que hacen variar las decisiones del pescador visitante.
En el caso de los servicios de pesca en los lagos, los guías especializados, "baqueanos de pesca", tal como se los intenta catalogar oficialmente, ofrecen mucho más que el acompañamiento al sitio desde donde arrojar la línea. Por lo general, pasan a buscar al pasajero por su hotel, lo trasladan hasta el lugar que han de usar como base (una hostería, un campamento), lo embarcan (en el caso de que la opción elegida sea la pesca embarcada en los lagos), le preparan y sirven las comidas completas y, de ser necesario, le proveen el equipo de acampe y aun el de pesca, según cada particularidad, que debe estar convenida de antemano.
Pesca "garantizada"
De alguna manera, podría decirse que los pescadores visitantes tienen "garantizada" la pesca en Tierra del Fuego, en parte por las condiciones de abundancia del lugar y también por la pericia de los baqueanos de pesca. Si se contrata tal servicio, el guía habrá de agotar todas sus posibilidades para que el pasajero obtenga un ejemplar, porque de eso, en primerísimo lugar, depende el éxito de la salida. "Todo lo demás, ya sea la comida, el vino, el alojamiento o la naturaleza que rodea al sitio es secundario... hasta tanto el pasajero no concrete aquéllo por lo cual pagó, que es pescar", razona Ernesto Costa, un reconocido guía de pesca local, que trabaja desde hace una larga década en el lago Fagnano y sus ríos adyacentes.