Dos destino que comparten la característica de erigirse entre las extensas tierras de la patagonia argentina,
Jaramillo y
Fitz Roy son dos pequeñas comunidades que se brindan al viajero que las visita para regalarle la cordialidad de su gente, las belleza naturales de la región, y el aire puro que invade estos rincones alejados de las grandes ciudades.
Ideales para descansar y entrar en contacto con la espectacular naturaleza, invitan a emprender un
trekking por las mesetas y así poder admirar estas postales en todas sus dimensiones; también son propicias para los amantes de adrenalina y la aventura e invitan a desafiar el agreste relieve con
travesías en 4 x 4.
Las
caminatas se imponen para recorrer el casco urbano e ir descubriendo las tradiciones y costumbres locales; las maravillosas obras de arte de sus
artesanos; las antiguas e imponentes edificaciones; y todos los detalles del modo de vida de estas comunidades patagónicas.
Imperdible será llegar al
Monte Natural de Bosques Petrificados y deleitarse con gigantescos troncos que sorprendentemente a todos los visitantes con su estado de petrificación. Pero además de ello es el lugar indicado para quienes gusten de la
interpretación del ambiente; la admiración de la
flora fauna autóctona; y los
avistajes de aves.