Arraigado a la naturaleza de orillas del mar, Puerto Pirámides emerge como portal de ingreso a la magnífica Península Valdés, un área protegida dentro de la cual aparecen otras tantas reservas de diferentes atractivos. Ineludible una excursión por este pedacito de territorio que pareciera desprenderse de Chubut.


La reconocida Península Valdés es toda ella un área protegida y, dentro de sus límites, otras tantas reservas se expanden exhibiendo riquezas naturales: la Isla de los Pájaros, importante por su biodiversidad y la visita de la ballena franca austral a sus costas; Punta Norte, punto de reunión de una gran diversidad faunística; Caleta Valdés, accidente geográfico que concentra una amplia variedad de especies marítimas; Punta Delgada, apostadero de lobos marinos de un pelo y elefantes marinos del sur; Punta Pirámides, centro de reproducción de lobos marinos y avifauna patagónica.

Partiendo desde Puerto Pirámides, la península puede recorrerse en dos direcciones: en sentido de la agujas del reloj, conduciendo hacia Punta Norte, bajando por la costa hasta Punta Delgada y regresando a Pirámides; o en sentido contrario, comenzando por el extremo sur. No obstante, es recomendable solicitar indicaciones en la oficina de Turismo, de modo de acertar la llegada a cada espacio con la marea indicada para la contemplación de sus atractivos.


El programa turístico tradicional invita a cabalgar por las inmensas playas de la Península Valdés; a practicar mountain bike, sandboard, kayak; a realizar paseos náuticos, caminatas de interpretación; y a avistar las magníficas especies que habitan o visitan con regular frecuencia la región. Existe además otra opción, ideal para quienes desean embriagarse con la tranquilidad y la belleza del lugar, la cual consiste en pernoctar en alguna de las cinco estancias allí emplazadas.