Atraídos por la propuesta del gobierno argentino, que ante las dificultades generadas por la Conquista del Desierto promocionaba las tierras patagónicas, en mayo de
1865, el buque “Mimosa” zarpó del Liverpool cargando un centenar y medio de
galeses decididos a empezar una nueva vida en el sur de Sudamérica. Una vez llegados a destino, establecieron una relación pacífica con las c
omunidades de Tehuelches residentes en la zona, intercambiando conocimientos y producciones.
El primer molino harinero llegaría a lo que hoy se conoce como
Tre-velin (Pueblo del Molino) en 1885, y sería alrededor de él que se desarrollaría la población. A partir de entonces, la actividad harinera se profundizaría, instalándose molinos cada vez más rendidores, hasta que en 1949, la zona fuera declarada “no triguera”, contribuyendo a la decadencia de los molinos y obligando a la sociedad a volcarse hacia la ganadería.
La
fundación de Trevelin como tal se daría en 1916, mediante la firma del pacto de DOLBRWYNOG, destinado a crear la primer sociedad de fomento y situar el pueblo sobre la margen izquierda del río Percey.